Por Patricia Torres
Luego de leer detenidamente los diferentes apuntes acordados en nuestra perspectiva, se indago acerca de la función que desempeñó la escuela a través del tiempo y los diferentes modos y/o formas que se ha ido incorporado la cultura dentro de ella. Pero no solo se trata de acercarse a aquella escuela que hemos tenido, sino también aquella que debemos construir. Aquella que hoy demanda una sociedad en quiebre (por diferentes acontecimientos que en nuestra proposición no vendría al caso, pero que sin ninguna duda es de muchísima importancia). Una educación que deberá lograr una provocación cultural, para formar nuevos y concientes ciudadanos.
Provocar culturalmente será, entonces, pensar otra clase de educación una que permita recapacitar, debatir, pensar, motivar y sobre todo que permita, mediante las herramientas otorgadas en la institución escolar, lidiar con los conflictos sociales de nuestro tiempo.
Este acercamiento nos permitirá estimular los sentidos para ver si esa función sirvió para incitar formativamente o solo aprobó la mera reproducción.
Si partimos de la premisa de que cada alumno o persona en particular se encuentra mediatizado o es atravesado circunstancialmente por diversas determinaciones culturales, estaríamos en condiciones de afirmar que estas determinaciones ocuparan un lugar importante y significativo en el transcurso del proceso enseñanza-aprendizaje.
La escuela fue sin duda una innovación. Fue el lugar donde se han depositado los grandes anhelos futuros, intelectuales y laborares, y a su ves como oportunidad de ascenso social para nuestros niños. Pero, así mismo, durante los años transcurridos demostró que no todos los niños tienen las mismas posibilidades dentro y fuera de ella. La realidad social se encargo de demostrarlo.
Los sistemas educativos fueron atendiendo progresivamente las distintas necesidades de la política que operaba de turno, pasando por alto las verdaderas demandas de la sociedad. Aquellos sistemas que sin vacilar vieron en la escuela una oportunidad de imponer una ideología, la ideología de elites o de las clases dominantes.
Así mismo y con el correr de los años la escuela siguió su camino. Paso de una escuela enciclopedista (escuela tradicional) a una mejor formada y sin tantas condiciones y rigidez. El caso es, que aun así, con su nueva metodología de trabajo la nueva escuela no lograba tampoco incorporar en las aulas el medio social del alumno (ya que no todos podían tener acceso a ella) y aunque si bien, se lo trato de una manera mas acorde a diferencia de la anterior, termino de la manera menos esperada.
Lo mismo fue con la aparición de la escuela tecnicista, los métodos y hábitos cambiaron pero en definitiva el fin era otra vez atender demandas de un futuro poder en acción. Poco se podía pensar, el lema es actuar y actuar de manera eficiente, a favor de los nuevos dirigentes
Hasta aquí observamos que el conocimiento fue utilizado como simple conocimiento, pero pocas veces introducido para provocar un cambio categórico o mínima mente revelador, que despierte en los alumnos el deseo de apoderarse totalmente de ese conocimiento. Es decir, los alumnos pocas veces pudieron utilizar y trasladar esa cultura académica obtenida en la escuela, a su vida y sociedad (cultura experiencial).
Para que el conocimiento pueda ser utilizado de manera activa en la vida diaria y no perdure en la memoria como un tedioso tema de la escuela, será necesario incorporar nuevas e innovadoras técnicas en la aplicación de ese contenido a bordar, siempre y cuando el docente tenga en claro que tiene la posibilidad de brindar las herramientas para utilizar en la vida cultural y social de cada uno, y no se limite a reproducir lo reproducido (Traspaso de conocimiento)
Necesitara además de sus amplios conocimientos, una proyección a futuro, que implicara transportarse en un tiempo pasado (deseos y conocimientos previos del alumno) logrando un hilo conductor que lo lleve al momento actual, es decir, al presente.
Solo así conseguirá realizar una programación fructífera, cuyo fin es alcanzar un aprendizaje significativo, pero no solo aplicable dentro del aula, si no que también fuera de ella.
Pero no basta solo con programar una tarea o realizar un gran proyecto, si no se tiene en cuenta la modalidad adecuada para llevar a cabo dichos contenidos
Las actividades deben ser acordes y sobre todo tendrán que seguir un alineamiento que cargue de sentido los aprendizajes (comprensión).
El docente será quien apoye y guíe, por medio de los esquemas de intervención (andamiaje) para lograr un aprendizaje cuya finalidad es el traspaso de competencias de este al alumno.
A través de este proceso, dialogo y ayuda, el alumno logra comprender y acceder al mundo de la cultura y el pensamiento.
Por lo tanto vemos que conocimiento y comprensión no son sinónimos, si bien se relacionan. Un alumno puede conocer ciertos temas, acceder al conocimiento en el ámbito escolar o por mera curiosidad independientemente, pero sin poder aplicarlo en su vida. Saber mucho o poco de un tema en si, no cambiara nada, solo pasara a ser una materia mas la cual deberá conocer para luego aprobar, pero sin la necesidad de comprenderla.
Comprender encierra mucho mas, significa buscar un conocimiento, tomarlo, recapacitar, darle significado y darle utilidad en cualquier ámbito de la vida.
Para alcanzar la comprensión del conocimiento es necesario brindar un enfoque globalizador de la realidad (como se mencionó anteriormente).
Relacionar y llevar los contenidos a nuestros días, no es solo más tolerable para los alumnos sino que lograra la comprensión pretendida.
También contamos con actividades de comprensión como; la explicación, ejemplificación, aplicación, comparación y contraste, la contextualizacion y tantas otras que sirven para estimular el pensamiento.
Aquí es interesante recordar que las imágenes mentales (tipo de conocimiento holistico que ayuda a elaborar un tema) permiten realizar actividades de comprensión y por consecuente esas actividades generan imágenes mentales.
Por lo tanto, es importante ayudar a los alumnos a adquirir modelos mentales ya que desarrollara su actividad de comprensión.
Evidentemente la formación que la escuela ha brindado, no parece haber logrado la provocación cultural necesaria (si bien logros han alcanzado).
Hoy encontramos grupos de docentes que luchan día a día para llevar acabo dicho desafío, pero es cierto que diferentes sectores con fuertes intereses, pujan para que esto no concluya o para que simplemente no se lleve a las aulas de nuestro país, especialmente a sectores de la clase obrera.
Claro esta, que la exclusión la, discriminación, la marginalidad son factores claves y necesarios dentro de un sistema capitalista y global.
Lo que no debemos permitir, es que las nuevas y futuras generaciones estén al margen de lo que vivimos actualmente.
Puede lograrse una educación generadora de ideas que lleven a la comprensión cultural y al mismo tiempo estar suministrando un amplio conjunto de conocimientos.
Los medios están, solo habrá que llevarlos a la practica.
La escuela vista de esta manera, entonces, otorgará a los alumnos la posibilidad de generar futuros cambios, y aunque sea mínimo el aporte otorgado en ella, servirá como herramienta poderosa para cambiar el rumbo de nuestra sociedad.