
Quería decir tres cosas sobre la pintada nazi en Ciudad Evita.
Desde el vamos es una pintada rara.
Quizás estemos mas acostumbrados, (mal acostumbrados), al tipo de pintada nazi que dice “fuera judíos de mierda”, o bien, “maten a todos los negros”, o cosas de ese estilo literario.
Esta no.
Esta apunta a otro lado.
Unesco.
Tiene todas las características de lo “ornamentosos” del nazismo.
En un prolijo “rojo bermellón” sobre una pared “amarilla señal”, en marcada por un portón negro, o casi negro.
Bien podría ser una pitada “Clandestina”, tricolor, pero en nuestras filas no existe ningún nazi confeso, así que descartamos esta variante.
Su producción llama la atención de todo aquel que pasa delante suyo.
Como diría un viejo conocido, es más que “un grito en la pared”.
Duquesa.
El mensaje también carece de completa “azariedad”.
Por un lado manifiesta un discurso que podría definirse como “auto invalidante”, ya que propone un desprecio total por la política.
Discurso típico de todo autoritarismo.
Discurso que elige como lugar de enunciación un lugar que va más allá de la discusión por el poder.
Se pretende menos “terrenal”.
Sitúa su “ethos” en el lugar de los valores, de la moralina vacía.
Pretende hacer olvidar que los que lo dicen no son más que políticos.
Que como todo discurso se inscribe en una lucha por el poder.
Busca tener un “halo” de pureza ideológica.
Y cuanto mas lo niega, más lo confirma.
Discursos para incautos.
Par aquellos que solo quieren que otros se ocupen de resolver sus problemas.
Esos otros que son como “casi dioses”, cuya palabras solo pueden ser cuestionadas por el mismísimo dios.
Tricota.
Y por el otro, hay una apelación a una supuesta “incorruptibilidad”.
Algo así como “nosotros no robamos… nos cargamos seis millones de judíos… hicimos jabón con los gitanos… gaseamos miles de tipos y tipas en Datchau, Treblinka y Auswichts, pero ojo, no tocamos una moneda”.
Mas allá de la falacia que encubre dicho razonamiento, (solo hay que ver como se enriquecieron los jerarcas nazis robando fortunas privadas, o bien expandiendo los negocios de la gran burguesía que los acompaño en su cruzada), l mensaje también apunta a minimizar hechos aberrantes con una mentirosa “pulcritud en las cuentas”.
Cuaterno.
En este cambio de paradigma en el que me hallo, he comenzado a seguir el viejo postulado cristiano, (si cristiano, y que bolú) que dice “por sus frutos los reconoceréis”, (o como dice mi hermano Leito “muéstrame tus obras”), lo que me lleva a ver como se caen a pedazos las frases que no van acompañadas por una acción en el mismo sentido.
Así que, como al hermano Cobos, la historia ya los juzgo.
Un abrazo.
Por González